La novedad del programa reside en su diseño, lo que permite al estudiante escrutar los marcos normativos diseñados para encauzar la actividad administrativa del Estado y las relaciones de la burocracia con los individuos. 

La estructura del programa favorece el estudio teórico y práctico del derecho público: derecho constitucional y derecho administrativo. El énfasis teórico con implicación práctica pretende favorecer la enseñanza del derecho, que es de suyo imposible aprender en los escritorios o bufetes jurídicos; de ahí la estrecha relación entre el análisis del derecho positivo y el entrenamiento en el análisis conceptual. Uno de los aspectos singulares del programa es que favorece un espacio para la conversación rigurosa, en torno a los principios, formas o técnicas tendientes a reducir la coerción arbitraria del Estado con una perspectiva liberal, conversación que nunca tendrá orientación dogmática.